—Su vida comenzó así. La gente la intimidaba, pero ella los ignoraba. Hasta que un día, cuando se cansaron de despreciarla, la dejaron en paz porque ella siempre reaccionaba de manera apática a su desdén, lo que les hizo perder interés en intimidarla.
De hecho, no sabía por qué no estaba enfadada con ellos. Ni siquiera recordaba sus caras y nombres. Ni siquiera recordaba quién la había despreciado. Su vida seguía tranquila y pacífica cuando su existencia no significaba nada para ellos.
Cuando cumplió ocho años, obtuvo con éxito una beca para la escuela de ricos y pudo aprender en un buen ambiente. A partir de entonces, aparte de estudiar, se concentró en ganar dinero ayudando a los niños ricos a hacer sus tareas para que ella y Yuan tuvieran un lugar donde quedarse y suficiente comida para comer.
—Ella no tiene padres y vive con un mendigo. Hice que mis padres investigaran su pasado. Resulta que fue abandonada por sus padres a la orilla del río bajo la fuerte lluvia.
