Mientras tanto, en la Secta Divina Kunlun, frente al Pico Flor de Durazno, un hombre cierto miraba la montaña embobado, con un ábaco en la mano. Su figura era como la de un solitario fantasma en la noche.
—¿Hmm?? ¿Quién eres tú? —Un hombre atractivo con su largo y sedoso cabello blanco descendía de la montaña como un hada inmortal del Reino Inmortal.
—Dongfang Moqing. —Dongfang Moqing miró al hombre atractivo y respondió. Su voz era un poco ronca ya que había estado de pie bajo la fría brisa durante mucho tiempo.
—Nunca he oído hablar de ti. Por cierto, ¿qué haces aquí en mi cima? —Xiong Zi Ying se encogió de hombros y jugueteó con su cabello. Acababa de terminar con algo, y estaba pensando en apresurarse a la secta Amatista Púrpura para ver la competencia de Xiao Yueyue y buscar a A'Fen.
—La estoy buscando. —Hasta ahora, no sabía cómo llamarla por su nombre.
—¿Ella? ¿Quién? —Xiong Zi Ying alzó su exquisita ceja.
—Yingyue... ¡Yueyue!