—Pei Zhi, ¿tienes hambre? Vamos, haré tus empanadillas y muslos de pollo favoritos —Shenlian Yingyue lo apartó y le dijo que no hablara.
—¡Ayoo~~ Yingyue, eres realmente una buena amiga! Tengo tanta hambre después de una larga batalla; ¡vamos a preparar algo de comer! —Wang Pei Zhi entendió inmediatamente y se rió a carcajadas.
—Wang Pei Zhi, ¿qué es lo que quieres contarnos? ¿Sabes algo? —Claro, ¿cómo iban a ser todos tontos e ingenuos? Sabían que tenía que haber algunos maestros ocultos entre ellos, y Wang Pei Zhi podría saber algo.
—Alasss, el clima de hoy es bueno. Me pregunto qué debería comer hoy. Lalalalala —Wang Pei Zhi se hizo el tonto y cantó una canción mientras corría hacia su habitación y cerraba la puerta.
—¡Bang!
Todo el mundo: "..."
—¡Yingyue, no olvides mi comida! —Justo entonces, él abrió la puerta y le guiñó un ojo.
Shenlian Yingyue: "..."