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Shenlian Yingyue pensó en el pasado.
—Yunyun, si un día tengo que matar a personas inocentes que nunca me han herido para salvarte, ¿estarás feliz?
—No, maestra. ¿Cómo puede estar feliz Yunyun si la maestra está desconsolada por dentro? Yunyun nunca deseó ser salvada; si ser salvada significaba que Yunyun tuviera que ver las lágrimas de la maestra, preferiría perecer.
—Hermano, si tengo que convertirme en un monstruo y destruir el mundo paradisíaco donde todos los que viven allí son amables conmigo y contigo, solo para evitar el desastre, ¿estarás feliz?
—Entonces que el desastre caiga solo sobre mí. Yue'er, seré yo quien se convierta en un monstruo en tu lugar. Ocuparé tu lugar y viviré esta pesadilla por ti. Cargaré con todo el pecado y saldré del infierno para verte de nuevo después de limpiar mi pecado.
—Xiao Li, Xiao Lan, si un día tengo que matar a un bebé recién nacido solo para liberarlos de la muerte, ¿estarán felices?
