—¡700 piedras de espíritu púrpura! —una voz vino de otra habitación VIP en el mismo cuarto piso. El hombre levantó sus labios.
—¡10 piedras de espíritu celeste! —De nuevo, otra voz resonó desde otra habitación.
Los ojos de la persona brillaron.
10 piedras de espíritu celeste = 1000 piedras de espíritu púrpura.
Todo el mundo, «.....» ¡Estas personas son demasiado ricas!
Todo el mundo retorció los labios. Miraron a la habitación VIP en el cuarto piso con incredulidad.
Nadie se atreve a pujar y ofender a las personas en la habitación VIP de arriba.
~Tercera habitación VIP, Cuarto Piso~
—¿Quieres esa píldora? —Shenlian Yingyue le preguntó a Helan Yuze, quien estaba pujando.
—Sí, te la daré a ti. —Helan Yuze asintió.
—¿Por qué me la das a mí? —Ella estaba sorprendida.
—Tienes que volverte más fuerte, Yue, para que esa persona no pueda herirte. —Helan Yuze lo dijo en serio.