Shenlian YingYue y Huang Bai Xing se quedaron bajo la fuerte lluvia, mirándose como si intentaran ver a través de los pensamientos del otro. La lluvia seguía cayendo fuertemente y no mostraba señales de detenerse. La brisa se volvió más fría que antes.
Los largos hanfu se pegaban a sus cuerpos debido a la lluvia intensa, mostrando la elegante figura.
Lamentablemente, nadie aprecia este pintoresco momento debido a la tensa atmósfera.
—Si un día eres lo suficientemente fuerte como para buscar justicia de mí, siempre te recibiré —el cálido aliento de Shenlian YingYue roció el rostro de Huang Bai Xing.
Ella no le dio a Huang Bai Xing la oportunidad de volver y lastimarla porque sabía claramente que Huang Bai Xing nunca sería capaz de herirla.
Huang Bai Xing se hará más fuerte, y ella, Shenlian YingYue, nunca dejará de fortalecerse. Su destino no terminará aquí.
Se hará más fuerte, lo suficientemente fuerte como para proteger a su ser querido de cualquier tormenta.