—¡Vamos, YueYue! Te llevaré a limpiarte —Su LanFei puso su mano sobre los hombros de Shenlian YingYue y lo dijo con tranquilidad.
—¿Dónde estaba su actitud fría cuando trataba con Mao SuJing?
—¡No te dejaré ir! —Huang Bai Xing miró fijamente la espalda de Shenlian YingYue mientras escupía su advertencia.
—¡No me hagas esperar mucho! —Shenlian YingYue respondió sin expresión mientras levantaba su mano derecha y apuntaba con sus cinco dedos delgados al cielo mientras movía la mano sin voltearse para ver la reacción de todos.
La cara de Huang Bai Xing se retorció.
Todo el mundo "...."
....
—¡YueYue! ¿Por qué no sé que eres tan buena provocando las emociones de tu enemigo? —Su LanFei estaba de buen humor.
Las dos estaban bañándose en el lago claro rodeado de altas rocas, árboles gigantes y hierba frondosa.
No sabía cómo había encontrado Su LanFei este lugar. Aquí era sereno, con árboles verde oscuro alrededor.