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[Secta Divina Kunlun, Pico Flor de Durazno]
Llegaban las sombras a medida que la luz del día se replegaba. El cielo se incendiaba en la grandeza del atardecer. El día agonizante susurraba su adiós en tonos de rojo. Cuando el sol estaba a punto de ocultarse, la luz que iluminaba el hermoso pero frío rostro de la muchacha le añadía un toque de belleza encantadora.
Huang Bai Xing había crecido, ahora era tan alta como Huang Ying Yue. Contra la luz del sol se veía aún más hermosa y deslumbrante.
Si sus admiradores estuvieran aquí, sin duda estarían atraídos por su belleza y su aliento.
De pie en un bosque en el Pico Flor de Durazno, miraba inexpresiva al hombre frente a ella.
—¿Explica qué sucedió mientras estaba en mi misión? —Su tono llano era como el de una reina ordenando a su subordinado que le hablara.
