Dentro del carruaje.
—Ese viejo cascarrabias de verdad no puede dejarlo pasar —La Vieja Señora Long se frotó la frente sintiendo que era muy difícil seguir debatiendo con ese hombre molesto.
—Long Qian Xing miró a su abuela con impotencia:
—Abuela, por favor presta más atención a tu salud.
—Lo sé, lo sé. No tienes que repetirlo tantas veces.
Long Qian Xing apretó los labios. Si fuera posible, querría llevar a su abuela con él para que pudiera descansar. Pero si realmente hiciera eso, la Residencia de la Familia Long sería un caos con esas concubinas intentando con todas sus fuerzas hacerse con el puesto más alto y el control sobre la familia.
Las concubinas de su padre fueron todas seleccionadas por el emperador anterior, el Emperador Xuan. Long Qian Xing sabía cuánto su padre despreciaba a esas mujeres que venían solo para hacerse cargo de la residencia, razón por la cual nunca había vuelto a la Ciudad Capital durante más de una década.