—¡Hua'er! —Justo en ese momento Feng Ao Kuai logró encontrar a Nan Hua. Seguía una de las dos rutas con la esperanza de poder verlos. No había pasado ni siquiera un cuarto de vara de incienso de tiempo (15 minutos) y ya la había encontrado. Dado que logró encontrarla, significaba que Nan Luo seguía merodeando por ahí.
—Hermano Kuai —llamó Nan Hua. Había cambiado la forma de dirigirse a él por insistencia de él. Sentía que la palabra prima no era suficiente y le pidió que le llamara 'hermano' cuando no estuvieran con extraños.
Feng Ao Kuai asintió y luego miró a Kuang Shen detrás de Nan Hua. —Vamos, el abuelo está preocupado por ti.
—Mhm.
Nan Hua se quedó mirando al vacío. Había pasado mucho tiempo desde que tuvo a alguien preocupado por ella. Se había acostumbrado a misiones en solitario y a hacerlo todo por sí misma. Tener a alguien que se preocupara por ella y la cuidara era algo nuevo en este mundo.
No debería haber actuado por su cuenta.
—¿Estás herida?