Nan Hua miró al Médico Itinerante Liu por un momento antes de levantarse y ponerse a su lado. Extendió su mano, permitiéndole tomar su pulso.
El Médico Itinerante Liu miró a la joven frente a él. Después de un rato, retiró su mano y suspiró.
—Tu cuerpo está más saludable que la mayoría de los niños de tu edad. ¿Aprendiste artes marciales, señorita? —preguntó el Médico Itinerante Liu, mirando a la joven frente a él.
Nan Hua miró al médico frente a ella. Sabía que sería imposible ocultárselo, pero conociendo su identidad, no tenía reparos en dejarle saber. El Médico Itinerante Liu era como su nombre, siempre viajaba de un lugar a otro.
Como médico, también sostenía el principio de nunca divulgar el verdadero resultado de sus pacientes. Incluso si alguien intentara pagarle mucho dinero... terminaría dando información falsa en vez de la verdadera.
Por lo tanto, nadie intentaba sobornarlo más.
—Sí —admitió Nan Hua.