Lewis lanzó a Sean una mirada aguda, frunciendo el ceño en clara muestra de desagrado. Una ola de tensión lo invadió.
Keira observó a Sean pensativamente. Con su buena apariencia, definitivamente recordaría si lo hubiera visto antes.
Justo cuando estaba pensando, Sean habló —Salón de Fragancias, Habitación 5.
Los ojos de Keira se abrieron ampliamente, sorpresa evidente en su rostro. Examinó a Sean de arriba a abajo antes de soltar su brazo.
En el momento en que lo soltó, Sean tosió un poco, y Lewis a regañadientes soltó al guardia de Sean, quien corrió hacia su jefe —¿Está bien, señor?
Sean lo despidió con un gesto, exhausto, y se hundió en el sofá.
Lewis se giró hacia Keira, confundido —¿Lo conoces?
Keira observó a Sean otra vez —¿Eres tú… el 'Iglesia' de la Habitación 5?
Los ojos de Sean se iluminaron, y mostró una pequeña sonrisa —Ese soy yo.
Keira no dijo nada, pero Lewis carraspeó, queriendo respuestas —¿Quién es exactamente?