Antes de que Keira pudiera terminar su frase, Erin se acercó, interrumpiéndola.
—En realidad, lo que quiere decir es que soy una persona bastante buena. María, ¿te importaría tratarme como una mejor amiga también a partir de ahora?
María parpadeó, confundida.
—¿Eh?
Miró a Keira, con expresión desconcertada.
Keira frunció el ceño y apretó la mandíbula.
Erin sonrió levemente.
—Bien, ahora que eso está resuelto. Ellis te está esperando... María, será mejor que vayas.
Una vez más, María miró hacia Keira.
Keira estaba a punto de decir algo cuando María de repente se inclinó cerca de su oído.
—Keera, no me importa quién eres. Solo sé una cosa: siempre serás mi mejor amiga.
Keira quedó momentáneamente aturdida.
María le sonrió, luego le dio unas palmaditas en el hombro.
—Nos vemos más tarde.
Keira asintió.
Una vez que María se alejó, Keira esbozó una sonrisa amarga.
Por supuesto.
