Keira se quedó sin palabras.
¿En realidad Erin la estaba defendiendo solo para hacer algo como esto?
Esta mujer realmente era de otro mundo...
Keira no pudo evitar torcer los labios al notar que Erin comía pistachos despreocupadamente, con los ojos bien abiertos mirando a Keira. Cuando Erin se dio cuenta de que Keira la estaba mirando, parpadeó inocentemente hacia ella.
Era como si ella no hubiese sido la que estaba causando problemas hace un momento.
Tomando una respiración profunda para calmarse, Keira volvió a enfocarse en Selena y Eve.
Como se esperaba, Eve frunció el ceño y le dio a Keira una mirada escrutadora. —¿Me estás diciendo que *tú* eres N, la filántropa?
Keira estaba a punto de responder cuando la alegre voz de Erin interrumpió:
—¡Sí, esa es ella, señorita Olsen!—dijo.
Keira apretó los dientes de frustración.
Selena se burló: