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La declaración de Lewis dejó a todos impactados, y lo miraron con incredulidad.
El anciano señor Martin también quiso ver la foto, pero debido a la distancia, todavía no pudo verla claramente...
—¿Por qué dijiste eso? —preguntó Scott con hesitación.
—¡Porque ayudé al anciano señor Martin a no solo encontrar a su hija sino también a su nieta! —miró a Vera—. Lewis.
Estas palabras hicieron que las pupilas de Vera se encogiesen, y ella gritó enojada:
—¡Eso es imposible! ¡Esta foto nunca podría ser restaurada! ¡No podrías haberlas encontrado!
—¿Por qué estás tan segura de eso? —preguntó Lewis.
—¡Porque cuando estaba rompiendo la foto ahora mismo, arranqué la cara! Tiré la cara por el desagüe, ¡así que no es posible que la hayas restaurado con éxito! —rió Vera con desdén.
Al oír esto, el anciano señor Martin se enfureció:
—¡Tú... cómo pudiste hacer eso?!
