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—¡Siguiente!
Con la voz resonando en la habitación, Keira enderezó su espalda y empujó la puerta para abrirla.
La Secta Freeman se asemejaba a una antigua mansión noble. Las casas en su interior mantenían características rústicas y clásicas. La Sala de Evaluación Ósea también era un pequeño bungalow, similar a los templos que ella había visitado. Un anciano con una larga barba vestido con prendas de práctica estaba sentado en un cojín, luciendo bastante elegante.
