La mirada de Lewis estaba fija en esa última frase, en el nombre y el número de teléfono.
—Mi nombre es Keira Olsen... —Sus ojos se agrandaron al recordar de repente lo que Keira le había dicho en el hospital, que cuando era joven, también había salvado a un hermano mayor...
—¿Cómo no lo había pensado antes?
—¡Quizás ese hermano mayor era él mismo!
En ese momento, Lewis de repente quería reír, pero no pudo controlar las lágrimas que brotaban de sus ojos, sintiendo como si finalmente hubiera visto la salida de una situación sin esperanza.
Ahora no había necesidad de divorcio.
—¡Él y Keira podrían finalmente estar juntos!
Sacó su teléfono móvil, a punto de llamar a Keira, pero vaciló un momento.
—Quería prepararle una sorpresa a Keira.
Aunque ambos habían reconocido su relación, él nunca le había propuesto matrimonio en realidad...
Incluso la foto en su certificado de matrimonio en realidad no era ella.