Ante estas palabras, Taylor se quedó estupefacto.
La señora Olsen también se quedó sorprendida.
Ella ya había enviado a la tía Sur a hacer una prueba de ADN para Keira y Taylor, y los resultados deberían estar disponibles para mañana.
Sin embargo, cuando Keira de repente dijo esto, ya no albergaba más dudas. —¿Por qué dices eso? —preguntó.
Justo cuando Keira iba a responder, Taylor ya fruncía el ceño y se burlaba con desdén. —Te niegas a reconocerme como tu padre, y yo tampoco te he reconocido como mi hija. ¡Desde ahora, mantente alejada de la familia Olsen y no vuelvas a pisar la residencia Olsen nunca más!
Habiendo dicho esto, agarró del brazo a la señora Olsen. —¡Shirley, vámonos!
La señora Olsen todavía quería aclarar las cosas, pero al ver a Taylor y pensar que los resultados saldrían pronto, se contuvo de hablar y simplemente devolvió el certificado de matrimonio a Keira. —Keira, espero que encuentres la felicidad.
La mirada de Keira se suavizó. —Así será, señora.