La sala de conferencias estaba en un silencio sepulcral.
Todos estaban estupefactos, mirando a Samuel incrédulos. Sus ojos iban y venían entre Keira y Samuel, sintiéndose como si sus cerebros se hubieran congelado.
—¿Por qué Samuel llamaría a Keira, Dr. Sur? —preguntaron entre ellos.
—¿Podría ser Keira el Dr. Sur? —se preguntaban en voz baja.
Jake gritó:
—¡Samuel, con qué estás jugando! ¡La identidad del Dr. Sur no es algo que se deba tomar a la ligera! —la indignación era evidente en su voz.
Samuel se rió:
—Sabía que todos cuestionarían esto.
Sacó su prueba de patente de su bolsa y la levantó para que todos la vieran.
Era la identificación del Dr. Sur, y el nombre que aparecía en ella era claramente Keira. Con los sellos oficiales, no había manera de falsificar esto.
Las pupilas de Jake se contrajeron, y se quedó allí en shock como si hubiera sido alcanzado por un rayo.
Miró fijamente a Keira, de repente sintiendo como si fuera una broma.