Al escuchar su nombre leído por el presentador, Mónica Baldwin se levantó de su asiento, sosteniendo la lista de los ganadores preparada por los organizadores. Bajo el foco de atención, se acercó grácilmente al atril de premiación. Evitó intencionalmente a Elijah Davis mientras ambos ascendían juntos al escenario, situándose frente a un micrófono debajo de una enorme pantalla.
Bajo el escenario, las estrellas brillaban, reuniendo a los actuales modelos populares de Silverton. Debido a su elevación, los pensamientos de Mónica eran aún más claros. Como modelo, aún le quedaba un largo camino por recorrer.
Cerca de allí, la mirada de Arianne Chadwick era aguda y triunfante, llena de un atisbo de desdén y burla. Había esperado demasiado tiempo este día, esperando arrebatar el trofeo de las manos de Mónica, para reclamar este importante premio que la mujer que competía con ella había ganado. Esto sería el inicio de su gloriosa carrera.