—Josh, ¿todavía te acuerdas de mí? Josh...
Josh en la cama del hospital le dirigió a Meghan una mirada increíblemente débil, y luego respondió con voz ronca —¡Meghan!
—¡Gracias al cielo! —Al escuchar que Josh estaba mentalmente bien, Meghan suspiró aliviada—. ¿Tienes alguna idea de cuánto nos asustamos?
Josh se sentó aturdido en la cama del hospital. Entre sus lesiones y todo lo demás que había ocurrido, se sentía increíblemente confundido. Intentó recordar qué sucedió anoche, pero más allá de las luces nadando, no podía recordar nada.
—¿Estoy lesionado?
—Sí, y es bastante serio —Meghan asintió—. Pero no deberías preocuparte. Tu médico jefe es extremadamente hábil, seguramente te tratarán bien.
Josh se tocó la cabeza, palpando un grueso vendaje.
Además, su ojo derecho también estaba cubierto.
