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De camino a casa, Aiden Morgan estaba tan enojada que le pidió a Evan Carter que detuviera el coche y descargó su ira en las flores y la hierba junto a un tramo de carretera sin nombre.
Evan Carter la siguió, y al verla desahogarse con las plantas, trató de detenerla —No tienes que hacer esto…
—¿Acaso no tengo ni el derecho de desahogar mi frustración ahora? Mi agente y mi mejor amiga debutaron a mis espaldas. Ahora son más prometedoras que yo. ¿No puedo siquiera tomar represalias? —Aiden Morgan se volvió, golpeando el pecho de Evan Carter—. Sé que Monica Baldwin orquestó todo, enfrentándonos para ella poder cosechar los beneficios… Pero ¡esa maldita prostituta Ruby Reynolds tiene que ser cómplice!
—De todos modos, el debut de Ruby Reynolds es un hecho. ¿Por qué no intentas aceptarlo?
—¿Cómo puedo aceptarlo? Una persona que ha sido mi sombra desde la universidad y de repente es más popular que yo, ¿cómo puedo aceptar eso? —Aiden Morgan gritaba en la calle.
