—¿De qué estás hablando? —Papá, ambos sabemos lo que está sucediendo. Ya que lo hemos hecho, ¿por qué pretender ser ajenos a ello? —Las palabras de Víctor no llevaban enojo ni indiferencia, ni siquiera un atisbo de desdén porque... ya sea enojo o indiferencia, significa que todavía espera algo de la otra parte, pero... El tono casual de Víctor revelaba una verdad. —De ahora en adelante, yo, Víctor, no tengo padre, y tú no tienes hijo. —Si así es como tratas a tu hijo, creo... estamos mejor como extraños, o incluso enemigos. Al oír estas palabras, el Padre Chadwick se sorprendió. Nunca había imaginado que Víctor llegaría a tales extremos, cortando lazos entre padre e hijo por el bien de Mónica Baldwin.
—¿Hablas en serio? —preguntó el Padre Chadwick con enojo.