Por las fiestas navideñas.
Les daré un adelanto de un capítulo que saldrá en algún futuro y que dará un lado más hacia inicio al evento principal de toda la historia.
Espero les agrade y esperen con ansias cuando ese capitulo salga.
(Aunque sea dentro de un largo tiempo.)
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La cueva en la que me encontraba era fría y oscura, las paredes rocosas apenas iluminadas por la tenue luz de unas antorchas dispersas. Me encontraba meditando en el corazón de mi refugio, inmerso en las profundidades de mi propia magia.
Esta antigua y peligrosa forma de magia requería no solo un control preciso, sino también un entendimiento profundo y un sacrificio personal significativo.
Sentía las sombras como una extensión de mi ser, un poder que me había otorgado la capacidad de manipular la oscuridad y moldearla a mi voluntad.
De repente, algo perturbó mi concentración. Un tirón en mi conciencia, como una llamada desde la distancia, una señal de que la magia de sombras había sido utilizada en una cantidad inmensa. Abrí los ojos de golpe, sintiendo el escalofrío recorrer mi columna vertebral.
Esta cantidad de poder no podía ser ignorada. Me levanté rápidamente, mis pensamientos arremolinándose mientras intentaba comprender lo que acababa de sentir.
Había pasado muchos años, cientos de años, desde que me convertí en el discípulo de las sombras. Mi maestro me había enseñado los secretos de esta magia oscura, revelándome su verdadero potencial y los sacrificios necesarios para dominarla.
Sin embargo, mi ambición había superado la de mi maestro, llevándome a usar este conocimiento para mis propios fines personales. Nunca conocí a otro como yo, otro que compartiera este poder, ya que llegué mucho antes de que cualquier otro tuviera la oportunidad.
Pero esta sensación, este uso inmenso de magia de sombras, no podía ser ignorada. Cerré los ojos y me concentré, dejando que las sombras me guiaran hacia la fuente de este poder. Sentí una conexión, una resonancia que solo podía significar una cosa: otro usuario de la magia de sombras había despertado su poder.
Mi mente se llenó de preguntas.
¿Quién era este otro usuario?
¿Cómo había adquirido este poder?
¿Podría ser que mi maestro hubiera encontrado un nuevo discípulo?
La posibilidad era inquietante, pero también intrigante.
Si alguien más estaba usando esta magia, significaba que no estaba yo solo en este camino oscuro y peligroso.
Las sombras me llevaron a un lugar distante, a una pequeña casa en las afueras de un pueblo. Pude sentir la energía residual del estallido de mana, la huella de una gran cantidad de magia de sombras que había sido liberada. Observé desde las sombras, viendo a un joven que parecía exhausto, rodeado por personas.
"Este poder... es similar al mío," murmuré para mí mismo, sintiendo una mezcla de curiosidad y cautela. "¿Quién eres?, usuario de las sombras"
A medida que observaba, me di cuenta de algo más. Este joven no solo estaba luchando con la magia de sombras, sino que también parecía estar lidiando con recuerdos y emociones intensas. Podía ver la determinación en sus ojos, el mismo fuego que había sentido en mí mismo cuando comencé mi viaje con esta magia.
"Debo descubrir más," decidí, retrocediendo en las sombras. "Este joven podría ser una clave importante, tanto para entender más sobre nuestra magia como para mis propios fines."
Mientras me alejaba, no pude evitar sentir una chispa de anticipación. La magia de sombras era peligrosa y poderosa, y encontrar a alguien más que pudiera usarla era un descubrimiento significativo.
Sabía que este encuentro podría cambiar el curso de mi propio camino, y estaba decidido a aprender todo lo que pudiera sobre este joven y su conexión con las sombras.
"Con toda esta gente a mi mando lo obtendré ya sea a voluntad o la fuerza arrancándola de su cuerpo, con mis propios discípulos hare realidad mi sueño profetizado" dije decidido y con determinación con tal de obtener mi glorioso sueño profetizado.