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Chapter 6 - Kaya.

Capítulo 6.

"Kaya"

Miércoles.

Me levanté en el suelo y vi todo el desorden, pero no le di importancia. Tomé mi mochila y caminé hasta la escuela, pero al salir vi a Coraline esperando. Para no ir con ella cerré la puerta. Ella se acercó a tocar. Salí por el patio trasero, di vuelta la cuadra y seguí mi camino. Caminé desganado y me pregunté: "¿Por qué rayos voy a la escuela?". Mis pensamientos eran confusos, pero sabía que Susan me regañaría si no iba. Estaba fuera del edificio, vi a todos los chicos y chicas, pero luego vi a varios con sus padres o madres. Eran los niños de primer año… Me recordó a la última vez que vi a mi tía. Caminé por los aburridos pasillos del colegio, todos me miraban raro, sabían lo que me había pasado pero lo ignoré. Sus caras de pena me daban asco. Me senté en la silla y la clase pasó normal, yo actué con naturalidad, como si nada hubiera pasado y tras finalizar la primera clase, salí. El timbre sonó luego de cinco minutos y volví. Las clases pasaron rápido y al salir del colegio, mis amigos se acercan a hablarme, dijeron que no sabían que decirme. Yo los miré y les sonreí, luego me alejé sin decir nada. Al pasar por el gran portón de la escuela, veo a Coraline con un rostro un tanto enojado, ¿Qué le pasaba?, mucho no me importaba. Seguí hacia adelante, cuando ella detiene mis pasos tomando mi mano. Sentí cómo se detuvo todo de golpe, ella me hizo retroceder de un tirón. Yo me di la vuelta y miré su bello rostro. Ese día vestía con unos jeans negros lisos, unas zapatillas moradas, el pelo suelto otra vez y sus bellos labios pintados de rojo. Coraline me pregunta por qué la había dejado frente a mi casa, yo respondo que no la había visto y ella me mira con una cara de "¿Crees que soy tonta?".

--Lo siento, no quería que nadie me acompañe y…salí por atrás.

--Vamos, te acompañaré a casa.

Si me negaba, probablemente me acompañaría a la distancia o peor, se enojaría. La verdad me importaba poco lo que dijera o hiciera, hasta me daba igual cómo reaccionara, pero dije sin ganas "está bien". Con mis pasos vagos llegamos a casa luego de una hora. Coraline le avisó a sus padres que estaría aquí y estos responden que no debía volver tarde, a más tardar, debía llegara las 17:00 p.m. Ella responde que estaría allí a esa hora, mientras escuchaba la voz de su madre al otro lado del celular. No tenía ganas de ir con ella, pero Susan se enojaría si no era un caballero, así que al colgar el celular, le dije a Coraline que la acompañaría a casa luego.

--Tu siempre tan caballero –Dijo Coraline.

Ella me besó en la mejilla, ¿Por qué me besaba a cada maldito segundo?, no soy su maldito novio. Ese día estuvo cariñosa y buena, pero cada vez que tomaba mi celular, ella me lo quitaba. Al inicio me daba igual, pero luego me enojé…

--¡Basta!. ¿Por qué me quitas el celular?, es mío no tuyo –Dijo Josh enojado.

--¿Para qué quieres el celular?, ¿A caso hablas con Estela?.

--¡¿Y qué si lo hago?!. Es mi vida no la tuya. ¿Cuál es tu maldito problema con ella?. Siempre haces eso, ya ni siquiera puedo hablar con mis amigos.

--No me hables así Joshi.

--¡No me importa!. ¡No me digas Joshi como si yo fuese tu maldito novio!, ¡estoy harto de ti!. Siempre encima de mí. Nos conocemos muy poco para que te tomes toda esta confianza. ¡Déjame en paz!.

Sentí que había descargado un poco de ira reprimida, pero…con la persona equivocada. Coraline salió de casa llorando. Al darme cuenta ella ya no estaba y decidí salir a buscarla, pero Estela apareció y me dijo que no vaya. No me importó y salí. Corrí hasta la plaza y la vi llorando, ¿Qué diablos había hecho?. Me acerqué y ella no podía verme, mientras pedía perdón. Me sentí un idiota y la abracé, le pedí perdón por haberle dicho todo eso y derramé unas pocas lágrimas…

--Perdón, no sé qué me pasa. Estoy tan cerrado en mi mente que no quiero saber nada de nadie y me desquité contigo. No quise decir esas cosas…

Coraline miraba hacia abajo, mientras Josh lo abrazaba, apoyando su cabeza en las piernas de Coraline. Ella guardó silencio, miró con malicia y sonrío.

--¿Me perdonas? –Pregunta Coraline.

--Si, pero…¿Tu me perdonas a mí? –Respondió Josh.

Coraline acaricia el pelo de Josh, luego levanta su rostro con las manos. Este se aparta un poco y mira su rostro… Ella tenía el maquillaje corrido, pero seguía viéndose hermosa…

--Josh, claro que te perdono…pero…ahora que estamos aquí, ¿Quieres responder a mi pregunta?.

--En estos momentos…no. Quisiera conocerte más y así ambos entablemos una buena confianza y veas cómo soy.

Coraline mordió su labio inferior con un poco de fuerza, pero nuevamente accede y al secar sus lágrimas, se levanta, toma a Josh de la mano y lo lleva a su casa.

                                 Jueves…

Ese día no hubo clases, era el día de la madre. Recuerdo levantarme a las 9:00 a.m.

Bajé al comedor y limpié. Salí al patio trasero, lo limpié, lo mismo con el de adelante. Me dirigí a mi habitación con fatiga, cerré la puerta y luego subí a esa pequeña silla. Sentí cómo esa soga apretaba mi cuello. Su material era bastante grueso, mi respiración se acortaba poco a poco y sentía pequeños mareos a cada segundo… Al ver el techo, podía sentir mi cuerpo enfriarse y mi cuello latir por la presión que me generaba la soga. De pronto dejé de sentir cosas y hasta podía sentir la sangre recorrer todo mi cuerpo; era extraño. Las voces en la radio parecían repetirse una y otra vez, luego parecía un eco. Mi cuerpo se debilitaba y de pronto escucho que alguien la apaga. Coraline había entrado, ¿Cómo lo había hecho?, ya no me importaba. Ella me llamaba "¿Josh?, ¿Dónde estás Josh?". Yo sentía que mi aire estaba al límite, ya era hora de morir. Mi visión era borrosa, pero de pronto veo a alguien subir sobre aquel banquito y cortar la gruesa soga: vi una silueta femenina con el pelo negro y largo, pero nada más. Caí al suelo y golpee mi cabeza. Me desperté y vi a Coraline dormida sobre mi estómago. Se veía muy linda con el sol iluminando su rostro que entraba desde la ventana y su pelo suelto, pero ella no había cortado la soga. ¿Quién era ella?, ¿Fue Estela?, no…ella tenía el pelo rosa. Varias dudas me rodeaban hasta que ella despierta…

--¿Josh?. Por fin despiertas –Dijo preocupada.

Me levanté e intenté no marearme, pero al ir a la puerta, ella me toma de la mano y me abofetea tres veces. "¿Qué diablos crees que haces?" me gritó. Yo le pedí perdón con una voz sin ganas. Ella me abrazó con amor y me dijo que no intentara suicidarme, no era una salida buena o que ayudaría a curar mi dolor. ¿Cómo se sentirían Chad y Agatha si moría?, ¿Quería que ellos se sintieran abandonados?. Una parte de mi no quería, pero otra parte de mi quería desaparecer… Siempre perdía a las personas que quería, perdía todo. Se lo dije a Coraline y ella me gritó que era mentira, la vida era así. Ella me abrazó y me dijo que estaba para mi. Rato más tarde llegan Chad y Agatha. Estos me abrazan al llegar y lloran, no quería que intente matarme. Las horas pasaron y se hicieron las 19:00. No quería que vuelvan a sus casas, era tarde y me gustaba verlos a todos. De alguna manera, todos lograron convencer a sus padres de quedarse en mi casa, supongo que sabían que Susan había muerto e hicieron una excepción. La hora pasaba y fuimos a comprar varias cosas. Queso, jamón y varios ingredientes más para hacer pizzas. Luego volvimos a casa y comenzamos a cocinar. Recuerdo que esa noche todos reían e intentaban hacerme reír, pero yo fingía para que ellos estén bien y no se preocuparan. Chad manchó el rostro de Agatha con puré de tomate y ella miro al suelo. Chad creía que se había pasado, hasta que Agatha toma del cuello a Chad, toma un trozo cebolla de la mesa y lo mete en su boca. Chad quedó con un horripilante sabor de boca y recuerdo haberme reído bastante. Coraline me miraba desde lejos y sonreía, hasta que cruzamos miradas y ella mira al horno sonrojada. Rato después nos sentamos a comer y comenzamos a hablar. En ese momento, en mi cabeza decidí hacer algo, pero no creí que era el momento, hasta que Agatha me pregunta si estaba bien y yo contesté que si…

Comimos y ellos reían e intentaban hacerme jugar a varios juegos. Sentí un poco de alegría al verlos a todos aquí y fue en ese momento cuando decidí contarles. Los reuní a todos en el sillón y me sentí nervioso, ¿Qué pasaría si ellos sabían todo y se alejaban como Nick y Sara?, ellos nunca volvieron a hablarme luego de la muerte de mi madre, era obvio, seguramente habían leído la carta y huyeron de la ciudad. No quería perder a mis amigos y entre un pensamiento y otro, coraline toma mis manos y me pregunta qué quería decirles…

--¿Josh?, ¿Qué querías decirnos? –Me preguntó con una mirada preocupada.

Miré a todos y luego de unos segundos de silencio, les conté todo. Al terminar miré hacía abajo y creí que todos se irían asustados o que dirían cosas sobre mi, pero no. Ellos se acercaron y me dijeron "hey, todo esta bien ahora Josh". Yo miré sus ojos y lloré…simplemente lloré al ver que ellos no me abandonarían. Comencé a reír y era una risa real. Esa noche fue genial, pero no pude dormir ya que al cerrar mis ojos, solo soñaba con Susan en la cama de hospital. A la mañana siguiente me levanté temprano y limpié lo que había quedado de la noche anterior. Luego me dirijo a la cocina y escucho el ruido del agua, miro y era Coraline quien se lavaba el rostro. Luego escucho a Chad hablar.

--Agatha, no hables mucho, tu boca apesta y no trajiste nada para limpiarlos –Dijo conteniendo la risa.

--Mira quien lo dice, hombre cebolla –Contesta Agatha.

Al escucharlos mi ánimo se levantó un poco, pero de igual manera estaba triste. Las horas pasaron y fuimos todos a la escuela. Al llegar comenzamos a reír porque nuestras bocas apestaban. Ese día fue un poco más divertido, pero al llegar a casa, revisé algunas cosas de mamá y vi que ella tenía esos problemas del corazón hace ya tres años, ¿Por qué sus hijos aun no habían venido a verla al cementerio?. Me sentí un poco molesto y luego imaginé, qué tan sola podía vivir. Sus hijos ya no la visitaban…ella vivía sola y quizá nunca les dijo a sus hijos sobre eso para no preocuparlos, ¿Por qué Susan?. De pronto cae una nota al suelo…

"Si leen esto, es muy probable que hayan venido a visitarme como todas las primaveras, pero creo que ya no podremos seguir con la tradición. Se que esto es sorpresivo y quizá hasta se enfaden, pero tengo problemas de corazón desde hace ya tres años y no se los dije para no preocuparlos. No quería arruinar su felicidad que tanto les había costado tener, luego de que su padre nos haya hecho sufrir tanto. Queridos Zack y Marta, lo siento. Los ama, mamá".

Mis lagrimas caen sobre la carta y esta se moja. ¿Había guardado el secreto por ellos y su felicidad?...también por la mía, pero yo fui el último que la vio sonreír. ¿Cómo se sentirán ellos al enterarse. La primavera llegará pronto y ellos vendrán a visitarla, ¿Me echaran?. Muchas preguntas pasaron por mi mente, hasta que llega Coraline y me ve llorar.

--¿Qué pasa Josh? –Dijo preocupada.

Ella me abrazó con fuerza y me preguntaba qué estaba pasando, hasta que le mostré la nota. Llevó las manos a su boca y conteniendo sus lagrimas me mira. Yo me acerqué y le dije que no debía llorar. Ella me abrazó nuevamente.

--No lloraré, pero tu si lo harás. Llorarás cuando me vaya, así que me quedaré.

Yo sonreí y le dije que no, debía irse a casa, pero ella insistió y se quedó durante unos días conmigo en casa. No podía creerlo, era extraño que unos padres dejen que una chica y un chico vivan solos en una casa, pero no lo pensé tanto ya que trajo varias cosas ese mismo día. Una semana pasó de aquel día. Coraline y yo nos conocimos bastante. Me sentí como una de esas parejas adultas que vivían juntas luego de varios meses o incluso años de conocerse. Se lo dije y ella estalló de risa…

--Nunca respondiste a lo que yo te dije, ¿Sabías?.

Me sentí un poco avergonzado al decirle que parecíamos una pareja, pero luego llego aquel fin de semana… Todo cambió. Era sábado, el clima era hermoso y yo me levanto temprano como siempre, pero al bajar veo a Coraline preparando el desayuno…

--¿Coraline?.

--Ya despertaste, que bien.

--¿Qué hora es?.

--9:30 de la mañana.

¿A qué hora te levantaste?.

--Veamos… Creo que a las 8:00.

--Me hubieras avisado, te hubiese ayudado.

--No quería despertarte, te veías tan lindo al dormir.

Yo me sonrojé y decidí sacarme esa duda que me había carcomido por toda la semana…

--Coraline, ¿Puedo preguntar algo?.

--Si.

--¿Por qué tus padres te dejaron quedarte aquí?.

Coraline se quedó en silencio, hasta que me dijo que sus padres se habían ido al extranjero por un mes por cuestiones de trabajo y que ella se quedaba sola. Al escucharlo me sorprendí. Además le había dicho que iba a quedarse todo ese tiempo en casa de una amiga. Ellos creyendo esa mentira responden que si.

--No puedes hacer eso Coraline, ¿Qué dirían tus padres si se enteran?.

--No les importaría –Dijo con un tono despectivo.

--¿Cómo que no?.

--Ellos le dan más importancia al trabajo que a mi Josh, por eso es que no dudaron. Aunque les hubiera dicho que venía hacia acá, me hubieran dicho que si. Creen que soy una universitaria que tiene sexo con varios chicos, que consumo alcohol, drogas y hasta que salgo de fiesta. Casi nunca están en casa y me dejan cajas de condones enteras en mi armario. Dinero y otras cosas para tapar su maldita ausencia. Ellos creen que eso es suficiente.

Al escucharla vi su rostro triste y me callé. Luego trajo los platos con el pan tostado. Iba a volver por las tazas y le dije que no, que yo iría por ellas. Había preparado café con leche y olía bastante bien. Horas después llega un mensaje de Chad. Coraline y yo teníamos bastante confianza…ella veía a veces mis conversaciones y sabía mi patrón, pero no me molestaba. A veces me preguntaba por qué no revisaba su celular, si hasta sabía el patrón, pero le decía que no tenía esas intenciones, que haga lo que haga no me molestaba, ya que era su vida.

"Josh... ¿Sabes que día es hoy?".

"¿Sábado?".

"¡¡EXACTO!!. ¿Sabes que significa?".

"No…"

"¡REUNION DE GRUPO!. Te esperamos hoy a las 16:30 p.m en el parque Tres Reinos".

"Esta bien, allí estaré".

"Oye…¿Es verdad que Coraline vive contigo?".

"Ehh… Si…".

"QUE GENIAL AMIGO, ¿Ya lo han hecho?".

"No y tampoco tengo esos planes".

"No te hagas…"

"Te veo a las 16:30".

"Cambiando de tema, ¿Eh?. Esta bien".

Dejé el celular cargando, lavé las tazas, tiré y barrí la basura del suelo y luego miramos televisión por horas. Al llegar el mediodía comimos algo que me entristeció demasiado…algo que se convirtió en una pesadilla y odio con todo mi ser. Vuelvo de comprar algunas cosas del supermercado, cuando un olor a albóndigas y fideos inunda mi nariz. Las bolsas caen al piso y Coraline sorprendida las levanta…

--¿Qué pasa Josh?, ¿Sorprendido?.

--No vuelvas a cocinar eso nunca más…

--¿Qué?.

--¡NO VUELVAS A COCINAR ESO NUNCA MÁS!.

Coraline se asusta y se aleja de mi, otra vez le grité. Al darme cuenta me fui de casa durante todo el día. Coraline se reunió con Chad y Agatha para buscarme, pero me alejé hasta un lugar que ni yo conocía. Allí pasé por varios bares…parecía el lado oscuro de la ciudad. Había algunos travestis parados en las esquinas, algunos me miraban y me decían si quería revolcarme con ellas, otras, simplemente me ignoraban. Luego pasé por un prostíbulo. Al pasar escuchaba a hombres reír, otros quejarse porque no habían ganado en algún juego y a alguna mujer gimiendo desenfrenadamente, mientras su cliente la golpeaba sin parar. Llegué hasta una plaza donde habían varios grupos de jóvenes que se drogaban, rapeaban, se besaban con sus novias y otros ya iban al hotel que estaba a unos metros de allí, mientras el chico apretaba las tetas de su novia y esta lo miraba con un rostro deseoso.

Me senté en una banca de madera verde con la pintura vieja y raspada, llena de nombres de gente. Miré a mi alrededor y todos estaban con sus cosas, hasta que una chica se me acerca: esta tenía unos dieciocho años. Era de tez morena, vestía con jeans grises rotos y un poco sueltos, un pullover verde oscuro. Debajo una camisa a cuadros, zapatillas negras, pelo enrulado de color violeta claro, atado con una coleta que dejaba caer dos mechones sobre su rostro.

--¿Qué haces aquí niño?, es muy tarde para ti –Dijo la chica.

--¿Qué hora es? –Contesta Josh.

--21:30.

--He caminado por las calles durante más horas, esto no es nada.

--¿Ah si?, ¿Por dónde has viajado?.

--No recuerdo las calles, pero viví como vagabundo durante cierto tiempo.

--¿Se puede saber por qué?.

--Larga historia.

--Dime, ¿Qué te ha traído a esta plaza llena de excitados, raperos falsos y adictos a la marihuana?.

--Traté mal a una chica otra vez.

--¿Por qué?.

--Mi madre murió de un paro cardíaco y ella cocinó algo que me recordó a una promesa. Me asquea ese maldito olor. Me sentí mal al ver su rostro y salí de casa.

--A veces la vida es una hija de perra. Crees cosas que no son reales o actúas de forma equivocada con personas equivocadas. Entiendo cómo te sientes, yo también perdí a mi madre en un accidente de auto. Un camión pasó por el pequeño escarabajo que mi madre conducía. Era de un color negro con franjas rojas, un auto genial, pero un día por un imbécil que no respetaba los semáforos, ella murió. Por un imbécil, mi madre perdió la vida. Intenté suicidarme muchas veces, ya que mi padre me trataba mal, pero esos intentos me hicieron ver que si moría, mis amigos llorarían, mi padre quizá tendría sexo todos los días con las prostitutas que traía a casa, los vecinos actuarían de una manera falsa, al igual que en la escuela. Decidí mudarme con mi abuela y ella me contaba muchas cosas de mi madre. Lloraba todos los días hasta que por fin vi la realidad. No fue solo por mi, si no por mi abuela, amigos y gente que conocía en la escuela o el vecindario. Años después, esos malditos a los que llamaba "amigos", terminaron traicionando mi amistad y los mandé al carajo. Hoy en día son unos drogadictos, otros están en la cárcel y otros violando a mujeres, ¿Pero sabes quién fue la que me hizo ser así?.

--¿Quién?.

--La vida, la experiencia y el no hacer las cosas hasta lograr pensar. El hecho de que tu madre haya muerto, no quiere decir que este sea tu fin, ¿Qué diría ella si estuviese aquí?, ¿Lo pensaste?.

--No mucho…

Ella se sentó al lado mío y al ver sus ojos, me sentí seguro… Unos café claro. Eran hermosos.

--La vida es una niño, no la malgastes en estupideces ni pensamientos negativos, porque no genera un avance en tu vida, solo te estanca en la maldita mitad del mundo, donde todos son asquerosos y egoístas. Unas basuras que solo quieren de ti, algo que no quieren decirte en la cara porque saben que sus planes se caen. Vive feliz, por aquellos que ya no están contigo. Ya han muerto, pero tu sigue siempre con una sonrisa, siempre puedes recordarlos aquí, en el corazón. No hay un cielo o infierno, ella no te verá ni tu a ella, pero a menos que seas un estúpido cristiano, no creas que dios te esperará en una puerta de oro con sus ángeles y tu madre sonriendo. Si mueres…es el fin, ¿Entiendes?.

Miré a esa chica por varios minutos y ella acarició mi pelo, lo desordenó y cambió de tema…

--¿Cómo te llamas amiguito?.

--Soy Josh…¿Tu cómo te llamas?.

--Yo soy… Llámame Kaya.

--¿Y eso qué significa?.

--Depende del país puede significar "hogar", "lugar especial", "hermano mayor" y otras más.

--Vaya…suena genial. Me gustaría un apodo también.

--¿Qué tal "bebé llorón"?.

Yo empecé a reír al escuchar ese apodo y Kaya comenzó a decirme así desde ese momento.

--Dime pequeño bebé llorón, ¿A qué colegio vas?.

--Se llama… Espera que no recuerdo. Oh, si, se llama Secundaria Stanglind Nª25.

--¡¿Vas a esa secundaria?!, ¿Enserio?.

--Si.

--Yo también iba a esa secundaria. Es genial e hice muchos recuerdos en ella –Dijo con un rostro sonriente.

--Me gusta también, allí conocí a unos grandes amigos.

--¿Cómo se llaman? –Preguntó alegre.

--Uno se llama Chad. Es muy divertido y siempre molesta a su novia Agatha, quien es amiga mía también. También esta Coraline. Es una chica que me atrae, pero ahora que la traté mal, quiero arreglar las cosas con ella.

--Suena a un buen amigo. No te preocupes por lo de Coraline, ella entenderá.

--Los quiero, me aceptaron incluso con mi feo pasado.

--Eso hacen los amigos de verdad.

--Si… Oye Kaya, ¿Por qué te pusieron ese apodo?.

--Dicen que soy una buena consejera, pero siempre digo lo mismo… Todos podemos ser buenos en los consejos, al vivir muchas experiencias y hablar con la verdad, ser directos y preguntar cosas que otros no preguntarían, aunque se sientan incómodos.

Cada cosa que decía me hacía pensar y pensar, hasta que le pregunté su verdadero nombre y ella me dijo que si nos volvíamos a ver, me lo diría sin problemas. Su reloj marcó las 23:00 y Kaya me acompaño hasta la parada de bus.

--Ya anotaste mi número, ¿Verdad? –Preguntó Kaya.

--Si –Responde Josh.

--No olvides enviar un mensaje al llegar, ¿Va?.

--Va.

Viajé durante medía hora y por fin llegué a casa. Al abrir la puerta la vi. Coraline estaba tumbada en el sillón con su ropa del mediodía que usaría para la juntada. La casa estaba limpia y su celular estaba en el piso. Al revisarlo vi que Chad y Agatha le escribían. Se habían separado para buscar y sin éxito volvieron, con esperanza de que volviera. Envié mensajes desde su celular diciendo "Llegó". Ellos contestaron alegres y dijeron que mañana pasarían a las 10:00.

Tomé una sabana y la tapé. Fui a la cocina y vi la cena intacta. Recordé lo que Kaya me había dicho y luego de servirme un plato, le avisé que había llegado. Ella mandó un audio diciéndome buenas noches y que no creara más líos. Yo reí y prometí no crear más líos. Al día siguiente despierto a la misma hora de siempre, salgo al patio trasero y escucho a Coraline despertar. Entro y le digo buenos días, pero ella volteo enojada…

--¡¿Por qué te escapaste así Josh?!.

--Perdón…el plato de ayer me recordó a Susan y me alejé. Perdóname, prometo no hacer esto de nuevo, prometo no hacerte enojar ni…

Ella se lanzó hacia mí y me besó con todo el amor del mundo. Yo seguí y en ese momento llegan Chad y Agatha.

--¡¡¡¿QUÉ?!!! –Gritó Chad.

Ambos volteamos asustados, se supone que debían llegar a las 10:00.

--¿Qué hacen aquí a esta hora? –Preguntó Josh.

--Josh… Son las 10:00 –Dijo Agatha.

--Vaya, no me di cuenta.

--No cambies el tema amigo mío, ¿Qué ocurre aquí? –Interrumpe Chad.

--Nada…

Chad y Agatha se miran y vuelven la mirada hacia mi. No sabía qué decirles, hasta que Coraline les dice que intentaríamos tener una relación. No era cierto, pero para no hacerla quedar mal, simplemente dije que era verdad y allí comenzaron algunos de los bellos recuerdos…

Kaya se encontraba en su cama, leyendo, hasta que recuerda el nombre que Josh había dicho…

--¿Coraline?, ¿Esa no es la hermana menor de Lana?.

Kaya le envía un mensaje a Josh preguntando si el había mencionado a una tal Coraline y este responde que si…

--Si es quien creo que es, este niño va a terminar mal… Debo evitar que esa estúpida niña haga lo mismo que su hermana.