La perspectiva de Heller:
Todos estaban desconcertados con respecto a la casa.
Sin duda, estaba viva. Las pulsaciones rítmicas de la carne eran como la respiración de una persona, regulares y metódicas.
Los investigadores extrajeron muestras de la carne para su análisis, y como era de esperarse, era Yarin. Parecía incapaz de percibir cualquier estímulo externo, incapaz de comunicarse, no se expandía hacia fuera y se aferraba con fuerza al marco de la habitación trasera para transformarse en una casa.
La investigación del gran maestro hombre lobo indicó que esto era una forma de poder descontrolado. Los instintos de Yarin lo empujaban a expandirse a cualquier costo, convirtiendo toda la casa en su alimento.