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Punto de vista de Yarin:
Ahora, las únicas personas que todavía estaban conscientes en toda la estación de transmisión eran Azazel y yo.
—Ella siempre ha sido un poco neurótica. Ha sido así durante cientos de años. A veces, puedo sentir un poco de la impotencia de un padre en el mundo humano de ella —dijo Azazel.
—¿No hay posibilidad de que el problema esté contigo? —pregunté fríamente—. Tu disciplina y control la han hecho así. No admitiré que una loca es mi 'pequeña tía'.
—¿Tía? Jaja, no digas eso —Azazel actuó como si hubiera escuchado un chiste—. Ella es solo una mortal insignificante. No se puede comparar con tu madre y tía.
—... ¿Todos los demonios son tan malos como tú? ¿Desprecias a alguien pero aún así dejas que te trate como su padre?
—Si has visto otros demonios, muchacho, sabrás que soy un santo comparado con ellos.
Sería tonto si le creyera.
