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POV de Lily:
Había una pequeña y hermosa área de estar en su habitación. Había té caliente y refrigerios preparados por los sirvientes sobre la mesa de café.
No había ninguna fruta, ni siquiera una rodaja de limón. Su uso de demasiada fuerza me hizo sentir que no habría paz esta noche.
—Escuché que has organizado recolectar caramelos con el Príncipe Heller.
Mi madre amablemente me sirvió una taza de té. —Hablando de eso, los dos príncipes son encantadores. Lo más raro es su sentido de la responsabilidad. Es raro ver tales cualidades a su edad, por ejemplo, tu hermano. ¡Dios, cómo desearía no haberlo tenido! ¡Todos los días estaba tan preocupada!
—¿Es así? Pero Alfredo parece muy tranquilo ahora. Ha tenido éxito en el ejército y fue premiado con el título de un aprendiz excelente. Esto es suficiente para demostrar que las personas siempre pueden cambiar a medida que crecen. ¿Quizás sería lo mismo para los príncipes?
