Punto de vista de Yarin:
Tía Teresa parecía que se estaba ahogando mientras se sujetaba el pecho y jadeaba violentamente. Nos vio salir del edificio de la Estación Nacional de Transmisión, lo que parecía confirmar las palabras de Lily y hacía que su rostro se pusiera aún más rojo.
Le robé una mirada al rostro de mi madre. Su expresión ya seria se volvió aún más viva a causa de esta farsa.
Tía Teresa parecía que iba a desmayarse. Las lágrimas se acumulaban en sus ojos. Era difícil decir si era porque estaba enojada con su hija o por otra razón.
—Espero que estén todas bien, señoras —dijo mi madre sin expresión—. Tenemos que darnos prisa en volver a la Manada de la Luna Plateada para prepararnos para el Festival de la Luz de la Luna mañana.
Tía Teresa y Lily hicieron una reverencia. Todos en el claro estaban haciendo reverencias. No me respetaron tanto ayer. Mi estupidez en el calor del momento me había avergonzado. Era un príncipe de pacotilla.
