La perspectiva de Julie:
Jack me devolvió el control de mi cuerpo, pero era inútil.
¿Qué podía hacer? ¿Despertar a mis compañeros y decirles que llamen a la policía? ¿Gritar para atraer la atención de la gente de afuera? ¿O llamar personalmente al número de emergencia?
Jack hizo imposible que todos despertaran. No había vecinos en la zona desierta. En esta mansión estrictamente controlada, solo aquellos con la contraseña podían usar todos los métodos de comunicación externa cifrados.
Esta era una isla aislada. No podía hacer nada tan inútil como yo.
Todo lo que podía hacer era llorar. Cuando se me acabaron las lágrimas, todo lo que quedó fue un cuerpo pecador y débil.
Sentía que mi alma estaba a punto de colapsar, y mi vida estaba a punto de sufrir otro enorme cambio. Esta vez, no era como antes. Incluso alguien tan estúpida como yo podía darse cuenta de que la muerte se acercaba. Yo traje la muerte a otros, y la muerte me encontraría.