Punto de vista de Selma Payne:
Hacía mucho tiempo que no regresaba a la tierra de la Manada Lycan. Mi estado de ánimo había cambiado completamente esta vez. La ansiedad que siempre estaba ahí ya no me molestaba. Ya no me despertaba en medio de la noche ni temblaba sin razón.
Aldrich hizo todo lo posible por estar a mi lado. Incluso si no hacía nada y solo se quedaba a mi lado, todavía sería capaz de curar mi sistema nervioso.
No tuve mucho tiempo para descansar. Después de jugar con mis hijos durante medio día, vine a la prisión secreta y conocí al joven de la familia Evaria.
Sisley Evaria.
La primera vez que lo vi, sentí que me resultaba familiar. No se parecía a ningún miembro de la familia Evaria que hubiera conocido, y no tenía el característico cabello rizado dorado-marrón de la familia Evaria. Lo observé detenidamente durante unos segundos. Su alto puente nasal me recordó a las pinturas al óleo de mis ancestros colgadas en el pasillo.
