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Punto de vista de Selma Payne:
Con la cooperación de muchas partes, Aldrich se recuperó muy rápidamente. En solo un mes, pudo comenzar a recibir un entrenamiento simple.
Para evitar la exposición al mundo exterior, Aldrich tenía que entrenar los músculos debilitados en la cama del hospital lo antes posible. Por eso estaba actuando como su instructora temporal.
Fue una sensación maravillosa. Cuando conocí a Aldrich por primera vez, él era el profesor que me entrenaba, pero ahora todo se había invertido.
Su sueño profundo hizo que la agudeza y el poder de los que estaba tan orgulloso se deterioraran. Después de ser atrapado por mí varias veces por sus fallos fatales, Aldrich no pudo evitar sentirse un poco desanimado.
—Siento como si hubieran pasado cien años —se enjugó el pelo empapado en sudor y se le veía solo—. Mis articulaciones son tan lentas como engranajes que no han sido lubricados en cien años. Crujen con cada ligero movimiento.
