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Punto de vista de Selma Payne:
En la frontera.
Desde lejos, ya podía ver a los miembros de la manada de lobos viniendo a recibirnos. Había pasado mucho tiempo desde la última vez que vi a mis compatriotas, y mi humor mejoró por un momento. Luego, pensé en mi marido, cuyo destino era desconocido, y mi buen humor desapareció instantáneamente sin dejar rastro.
Los pequeños elfos estaban un poco inquietos. En su opinión, deberían estar sentados en el autobús y cantando, no rodeados por un grupo de guerreros completamente armados.
—No tengan miedo. Son soldados de la frontera. Solo están aquí para una inspección de rutina —escuché a Dorothy consolando a los pequeños elfos. Mi deber como líder era confortar a la gente, pero Dorothy me ayudaba con la mayoría del trabajo.
