Punto de vista de Selma Payne:
—¡Vino envenenado! —Fue vino envenenado el que estaba dirigido únicamente a Aldrich.
En un instante, fue como si mil toneladas de lava hirviendo hubieran sido vertidas en mi cuerpo. El dolor intenso se extendió desde cada pulgada de mi corazón a todo mi cuerpo y sangre. Tenía el poder del ácido sulfúrico que corroía mis huesos, destruyendo mis defensas.
Aldrich...
No, no...
No pude evitar temblar porque me di cuenta de que todo lo que dijo el Príncipe Heredero era verdad. Incluso podía adivinar quién había envenenado a Aldrich: los secuaces de Azazel o Leviathan, esos lunáticos que creían en demonios. Aunque no lo hubieran hecho ellos mismos, esto no podría haber estado separado de ellos. Por eso el Príncipe Heredero sabía todo en detalle.
Aldrich...