Punto de vista de Selma Payne:
Por la noche, Bertha trajo un broche. Era lo único que tenía que pertenecía a su hermano.
—Esto es lo que nos dejó nuestra madre —reveló Bertha su reminiscencia del pasado—. Después de dar a luz a dos hijos Omega seguidos, mi padre la abandonó, y también nos abandonó a nosotros. Ella crió a Angus y a mí por sí misma y falleció por agotamiento y enfermedad. El broche fue lo único que dejó atrás. En aquel momento, Angus todavía era joven y lloraba por su madre todo el día. Yo le prendía el broche en el pecho y le decía que la madre está en nuestros corazones y siempre estará con nosotros...
Mientras hablaba, empezó a llorar.
—Angus y yo juramos protegernos mutuamente en el lecho de muerte de mi madre, pero lo perdí. Aún era tan joven, y no sé cuánto sufrirá si deambula solo por ahí...
Sólo pude consolarla pacientemente y prometí informarle inmediatamente si había alguna noticia y conseguir que alguien la enviara de vuelta a su habitación.