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Su Bei rezaba en secreto que la Sra. Yue no volviera otra vez.
Justo cuando estaba pensando en esto, escuchó un grito desde el frente —¡Ay no! Alguien, ¡ven y ayuda!
—Una anciana se desmayó.
Su Bei corrió rápidamente a echar un vistazo. Una anciana con el cabello completamente gris plateado estaba tumbada en el suelo. Le resultaba familiar. Parecía que esta anciana había estado entrenando en el parque durante los últimos días.
—¿Qué ocurrió? —Su Bei preguntó rápidamente.
Alguien dijo —Creo que la vi tomar medicina antes de desmayarse. ¿Tuvo un ataque al corazón o algo así? Rápidamente recoge la medicina y dale otra.
—¿Has llamado a una ambulancia? —preguntó Su Bei.
—Llamé, pero tardarán unos minutos.
Como los espectadores eran todas personas mayores que estaban haciendo su ejercicio matutino, solo podían mirar desde un lado aunque quisieran ayudar.
