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—Cuando estábamos en el extranjero, Jinghao había estado buscando esta pieza de jade. Pero después de encontrarla, ya había sido comprada por un pez gordo. Jinghao persistió durante mucho tiempo para conseguir una cita con ese pez gordo antes de que lograran salir a comer juntos y tener una discusión... —Ou Huanwei continuó hablando de cómo Jinghao había encontrado el jade. En resumen, fue extremadamente difícil. Era fascinante escucharlo, y mostraba cuán sincera era la familia Du.
—Déjame tocarlo. —Lin Shulian extendió la mano para tomarlo. En el momento en que lo tocó, supo que era de buena calidad. Elogió:
—Realmente no está nada mal. La calidad es muy buena. Se siente cálido al tacto. Es incluso mejor que todo el otro jade que he tocado antes.
Tang Jianming asintió en silencio. La familia Du era de hecho muy sincera.
Tang Yue lo dejó con cuidado y lo colocó en la caja. Sonrió y dijo:
