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Lu Heting pensó en algo y sonrió con indulgencia.
Su Bei debió haber hecho mucha tarea. Se dio cuenta de que él solo había publicado fotos de Lu Bei en Weibo y pensó que la artista que le gustaba era Lu Bei. Creyó que solo había votado por ella por casualidad, así que consiguió que alguien le preparara un montón de mercancía de Lu Bei.
No importa lo que hiciera, siempre era seria. Trataba a sus aficionados aún más sinceramente, y los regalos de la lotería no eran simplemente entregados.
Cuando Lu Hang vio la sonrisa cariñosa de Lu Heting, se quedó atónito. El señor Lu sonreía ante un montón de fotos de Lu Bei. Parecía estar... satisfecho y atesorar esas cosas?
—No hay nada más que tengas que hacer. Ocupate de otros asuntos —dijo Lu Heting casualmente. Se levantó y recogió la muñeca de Lu Bei. La colocó en la estantería y buscó repetidamente una buena posición y ángulo. Solo se detuvo cuando estuvo perfectamente colocada.
