—¿Quién eres y qué quieres? —Tang Yue no tenía miedo. En esta clase de ocasión, esa gente no haría nada.
—La Presidenta Tang te invita a pasar.
Tang Yue fue llevada a un lugar apartado donde Tang Xinru la estaba esperando.
—Presidenta Tang, ella está aquí.
Tang Yue ya no tenía miedo. Era solo Tang Xinru. ¿Qué podría hacerle?
Tang Xinru se giró y posó su sabia mirada en Tang Yue mientras decía con calma —Deja tus trucos de lado esta noche.
—No sé a qué te refieres.
—Sabes a lo que me refiero. No tiene sentido hacer lo que quieres hacer bajo estas circunstancias —dijo Tang Xinru—. ¿Acaso quieres que el Abuelo conozca tus intenciones?
La expresión de Tang Yue cambió ligeramente.
Su familia quizás no sabía qué tipo de críticas recibiría Su Bei si ella reconocía públicamente a Su Bei, pero Tang Xinru llevaba mucho tiempo en el círculo y conocía las intenciones ocultas de su prima.
Si Tang Xinru avivaba las llamas frente al Abuelo, sería ella quien sufriría las consecuencias.
