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Su Bei siempre había sido elegante. Cuando casualmente señalaba la ropa, su expresión de repente se volvía diferente a la de las personas comunes. Parecía que llevaba consigo el aire de una dama noble.
—¿E-Estos...? —La asistente de ventas siguió el dedo de Su Bei y vio que había más de 30 conjuntos de ropa. La ropa aquí era para niños de cuatro años hasta adolescentes.
Todos estaban impresionados. —Uno, dos, tres... Hay más de 30 conjuntos en total...
Habían visto muchas cosas en sus vidas. Habían visto todo tipo de gente rica, pero nunca habían visto a alguien comprar ropa así. Eran prendas para niños y adolescentes de distintas edades. ¡No tenía sentido!
Además, eran más de 30 conjuntos, lo que probablemente sumaría de dos a tres millones de yuanes. Tan solo esta comisión ya sería una ganancia enorme para la asistente de ventas.
De repente, la expresión de los asistentes de ventas cambió. Inmediatamente dijeron —¡Señorita, le ayudaremos!
