Lu Heting se negó en un tono serio —Mamá, ella siempre será una tía. Nunca se convertirá en una verdadera madre. Si alguien menciona este asunto otra vez, creo que Gun Gun no le importaría perder a una tía como ella.
Nadie podía decidir quién era la madre de Gun Gun, excepto Lu Heting y el propio Gun Gun.
...
Por la tarde, Su Bei y Lu Heting llegaron temprano a la puerta del jardín de infancia y esperaron a Gun Gun.
Las lecciones aún no habían terminado. Su Bei miró ansiosa a su alrededor y murmuró —No sé si Gun Gun se ha acostumbrado a la vida escolar. ¿Qué comió en el almuerzo? ¿Se llenó el estómago? ¿Comió frutas? ¿Bebió suficiente agua y fue al baño?
Lu Heting no pudo evitar reír. Suavemente puso su brazo alrededor de su hombro y dijo —Gun Gun es un chico grande. Él aprenderá a cuidarse por sí mismo.
Su Bei estaba tan preocupada que ni siquiera se dio cuenta de que Lu Heting la estaba sosteniendo.