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Da Bao rodó los ojos, recogió las cosas de la mesa y se fue.
—¡Jaja! ¿Le tienes miedo? ¡Jaja! —el chico alto estaba muy contento—. Su Zhuoqian probablemente sabe que no tiene ninguna capacidad. Quería tomar el examen para entrar a tercer grado, pero quizás le di una salida y por eso huyó de inmediato.
Cuando los demás estudiantes vieron a Da Bao marcharse, también adivinaron que quizás no era lo suficientemente capaz, por eso estaba aprovechando este momento para irse.
Después de todo, la gente aquí era al menos de primer año. Cualquiera de ellos era mejor que Su Zhuoqian. ¿Cómo podría él, un niño que nunca había ido al jardín de infancia, tomar el examen?
Lu Heting y Su Bei estaban afuera. Ya habían escuchado lo que estaba sucediendo dentro. Su Bei estaba a punto de irrumpir para ayudar a Da Bao cuando él salió.
Él le agarró la mano y dijo:
—Olvidalo, Su Bei Bei.
—Realmente quiero darle una lección. ¿¡Cómo se atreve a intimidar a mi hijo?! —Su Bei resopló con enojo.
