"Sin embargo, cuando miró los ojos de su hijo y luego a Da Bao, pensó que valía la pena. Después de todo, no lo estaba haciendo por esta mujer. Lo estaba haciendo por su hijo y nieto.
Pronto, Su Bei se acercó con un pagaré en la mano. —Mamá, aquí está el pagaré. Lo he escrito, firmado, e incluso agregué una copia de mi tarjeta de identificación. Todo está aquí. Te devolveré el dinero en dos meses como muy pronto y en cinco meses como muy tarde.
—¿Por qué estás siendo tan formal? De todos modos, es dinero de Heting. Simplemente tómalo. —La señora Lu estaba un poco sorprendida. Al principio, pensó que a Su Bei no le importaba aceptar una gran cantidad de dinero y daba por sentado el dinero de su marido. No esperaba que ella fuera una persona tan recta. La señora Lu la respetaba más que nunca.
