—Pediré a alguien que lo despida —Lu Weijian había perdido la paciencia con Fang Shaocong.
Su Bei le preguntó rápidamente:
— ¿Si lo despiden, no es malo para el Grupo Lu, verdad?
—Le pagaré más en multas. Quizá sus fans culparán al grupo. Pero no te preocupes. No es gran cosa —Lu Weijian no lo tomó en serio—. Tal pequeña suma de dinero y difamación no eran suficientes para tambalear al Grupo Lu en absoluto.
Sin embargo, Su Bei sacudió la cabeza y dijo:
— Señor Weijian, es Fang Shaocong el que cometió la equivocación, pero nosotros tenemos que pagarle más dinero. ¿Y sus fans arruinarán nuestra reputación? ¿No es demasiado injusto?
—Tienes razón. No podemos dejarlo ir tan fácilmente —Lu Weijian pensó por un momento y estuvo de acuerdo con ella—. No podía permitir que el Grupo Lu perdiera dinero en jugar con Fang Shaocong de esta manera.
De lo contrario, su hermano perdería su dignidad.