Lu Heting se sentó junto a Su Bei. Su Bei preguntó:
—Oye, ¿ya volviste?
—Sí —Echando un vistazo a la pantalla de su teléfono, Lu Heting descubrió que ella estaba a punto de ganar.
Como era de esperar, después de un rato, Su Bei estaba muy emocionada —¡Gané! ¡Gané! ¡Eso es! Me siento tan bien cuando tengo un compañero poderoso conmigo.
Lu Heting echó un vistazo a su pantalla y descubrió que su compañera era una persona llamada —Da Bao.
De repente, recordó el nombre que ella había mencionado antes —Su corazón dolió.
Recordó que la última vez que usó el teléfono de Lu Weijian, incluso enseñó a Da Bao una lección en el juego.
—¿También juegas a este juego? Puedo ser tu compañero —Lu Heting sacó su teléfono con confianza.
Los ojos de Su Bei se iluminaron y miró a Lu Heting con expectación.
Cuando Lu Heting desbloqueó su teléfono, de repente se sintió avergonzado —Porque no tenía este juego en su teléfono.
Usaba el teléfono de Lu Weijian para jugar a este juego ocasionalmente.
