"Lu Heting golpeó el teclado y la información de Su Bei se mostró en la pantalla.
Sin embargo, como antes, solo podía obtener su información personal pública y no sabía nada de su vida privada.
No era que no pudiera preguntarle a Su Bei cara a cara, pero temía que lo que sucedió hace cinco años se repitiera. Temía darle demasiada presión, de modo que huiría de nuevo y desaparecería sin dejar rastro.
—Lu Heting aflojó su corbata con sus delgados dedos.
La figura del pequeño niño aparecía repetidamente delante de él y rondaba en su mente.
Lu Heting intentó otro método, pero aún así no obtuvo nada.
Su habilidad siempre fue excepcional. No importa cuán profundo estuviera algo oculto, siempre habría indicios que podrían encontrarse.
Pero no pudo encontrar ninguna información privada sobre Su Bei, como si alguien hubiera bloqueado toda su información.
No sabía dónde vivió en los Estados Unidos, qué amigos tenía y cómo era su vida emocional.