—De acuerdo —asintió Su Bei.
No sabía por qué, cada vez que él decía que resolvería algo, Su Bei confiaba en él incondicionalmente. Quizás siempre la hacía sentir que él era siempre confiable, de modo que ella no necesitaba pensar demasiado para obtener el resultado deseado.
Ella solía hacer todo por sí misma, pero ahora parecía que se estaba acostumbrando cada vez más a depender de Lu Heting y no necesitaba pensar en nada.
Lu Heting salió y llamó a Lu Hang —susurrándole algo.
Lu Hang miraba curiosamente la habitación de Lu Heting. Había estado trabajando para el Sr. Lu durante muchos años, pero nunca había visto al Sr. Lu siendo íntimo con ninguna mujer.
La noche pasada, el Sr. Lu salvó a una mujer y la llevó directamente a su habitación sin la ayuda de otras personas.
¿Significaba eso que la mujer era la madre del Sr. Gun Gun? ¿O acaso había adivinado mal?