—Espero que pronto pueda distinguir entre el bien y el mal —dijo Lin Shulian—. De todas formas, ¿dónde se llevará a cabo la ceremonia de compromiso?
—Mamá, no te preocupes. Lo discutiré con Du Jinghao —Tang Yue sonrió.
Ella dijo que quería discutirlo con Du Jinghao, pero él no parecía demasiado entusiasmado con el compromiso. Al final, Tang Yue tuvo que decidirlo por sí misma.
A Tang Yue le gustaba tener el control de todo y hacer todo según sus propias preferencias. Por lo tanto, estaba feliz de hacer los preparativos necesarios. Si Du Jinghao realmente tuviera que gastar dinero y esfuerzo, tal vez ni siquiera le gustaría más.
Esta vez, poder comprometerse abiertamente con Du Jinghao era equivalente a estar por encima de Su Bei. Tang Yue valoraba mucho esto.
En toda la ciudad capital, el mejor lugar para celebrar un banquete se llamaba Jardín de Bambú.
