—Da Bao tenía cariño a quienquiera que quería a Xiao Bei —miraba a la señora Lu con calidez en sus ojos.
—La señora Lu no podía dejar de sonreír.
—Fue una ocasión tan alegre. Este nieto que apareció de la nada se parecía exactamente a su hijo. Cualquier abuela que deseara tener un nieto estaría encantada con Da Bao.
—La tía Chen se quedó al margen y miró a la señora Lu con culpa.
—La señora Lu lanzó una mirada profunda a la tía Chen. No podía creer que la tía Chen la hubiera ayudado a su hijo a ocultarle una noticia tan grande. Ni siquiera había vuelto para informarle.
—Su Bei estuvo ocupada antes friendo los cangrejos frescos en la cocina. Ahora que había terminado, puso un poco de agua en la sartén y dejó que los cangrejos se cocinaran a fuego lento antes de salir.
—¿Había un invitado?
—¿Por qué estaban Lu Heting, Da Bao y Gun Gun todos reunidos a su alrededor?