Travis estaba hablando sobre sus primeros días como médico, sin darse cuenta de que la mano de Olivia se acercaba lentamente a la suya.
Travis dio un respingo cuando sintió un hormigueo en la punta de sus dedos.
—¿Puedo tocar tu mano? —preguntó Olivia.
En menos de un latido, la mano de Travis estaba con la palma hacia arriba. —Claro que puedes, Olivia. Pero... no te obligues.
Se contuvo para no agarrar su mano y sostenerla, y quería sostener al resto de Olivia también.
Travis recordó las palabras de Damon en el pasillo. Damon le dijo que se hiciera hombre y dejara de vomitar. Algo así como, «Mírate, como una niña humana consentida que olió algo asqueroso y se mareó. Ponte las pilas, Travis. Tu compañera te necesita. Esto no se trata de ti…»
Travis sabía que Damon tenía razón. Esto no se trataba de Travis. Se trataba de Olivia y de superar el trauma del abuso.